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El histórico teatro de la calle San Bernardo
C. de San Bernardo, 5, 28013, Madrid
Historia del Teatro Arlequín Gran Vía
En 1965, en concreto el 29 de abril, abrió sus puertas por primera vez el Teatro Arlequín con el estreno de la obra Fruta Verde, bajo la propiedad de la empresa Ezquerra y con Arturo Serrano como empresario. El teatro fue proyectado por Enrique López-Izquierdo, construido en los bajos de un gran edificio conocido como Los Sótanos, muy cercano a la Gran Vía de Madrid.
El Arlequín tiene la peculiaridad de estar situado bajo el nivel de la calle, como también pasa con otros teatros de la capital española, como lo son el Bellas Artes o el Príncipe Gran Vía.
A lo largo de la historia se levantaron construcciones con diferentes fines en esta zona, como un convento de dominicos, un cuartel de artillería, el teatro Recreo y, finalmente, una casa de los Jesuitas, incendiada en mayo de 1931
El nombre de Arlequín fue otorgado al teatro el 10 de marzo de 1965, en un almuerzo que reunía a destacados profesionales del mundo de la escena. Arlequín o Arlequino, el bufón enmascarado que viste un traje bicolor a rombos, es uno de los personajes del teatro universal, creado a finales del siglo XVI por la conocida como Comedia del Arte (aunque ya en la Edad Media hay abundantes referencias que recuerdan a su figura). Otros personajes característicos y universales nacieron en la Commedia dell’Arte, como el señor Pantalone, Colombina, Dottore, Polichinela o Capitano.
Tras su apertura, el espacio estuvo dotado de una gran programación regular que permaneció en el tiempo más de una década. Tras cerrar sus puertas durante algunos meses, en 1977 reabrió de nuevo con el estreno de Las Monjas el 12 de abril. Así estuvo funcionando hasta 1980, año en el que fue reconvertido (como muchos otros teatros) en un cine, con el estreno de la película Punto de mira.
La actividad escénica fue recuperada tras una reforma de Paloma Carnero, por los empresarios Enrique y Alain Cornejo, reabriendo sus puertas el 15 de octubre de 1999 con el estreno de La huella de Anthony Shaffer. El 11 de febrero de 2000, el patio de butacas de este teatro se bautizó con el nombre de José Luis López Vázquez, como homenaje al veterano actor madrileño.
Durante los últimos años la programación del teatro ha sido gestionada por diferentes empresarios como el grupo Yllana, la actriz Antonia San Juan, la actriz Emma Ozores, o la empresa Arco Mediterráneo Proartis con José Luis Sánchez Codina.
El añadido de «Gran Vía» al nombre del teatro, fue incluido en 2014.
Información
El Arlequín Gran Vía de Madrid cuenta con un aforo de más de 350 localidades situadas en un patio de butacas muy característico, con forma rectangular, y una pequeña planta superior o anfiteatro. Cuenta con escenario y camerinos totalmente remodelados y dotados de todas las comodidades.
Es el hermano pequeño de los grandes teatros que lo rodean, en la Gran Vía madrileña.
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